¿Cómo entiendo la terapia?

Para mí, la terapia es un espacio de presencia y recogimiento, donde poder parar, conectar, sentir y ser. Un espacio donde sentirse vista, escuchada y acompañada sin juicio, respetando y abrazando el ritmo, proceso e historia de cada uno.

Acompaño a personas que quieren profundizar en ellas mismas, que buscan el origen de sus heridas y desean sanar desde la raíz.

A veces sólo necesitamos que alguien camine a nuestro lado, nos ayude a sostener, nos acompañe a mirar lo que duele y nos guíe para encontrar el camino de vuelta hacia nosotras mismas. 

Mi enfoque

Trabajo desde una mirada no patologizante, entendiendo el malestar no simplemente como un trastorno, sino como una respuesta natural a lo que la persona ha vivido.

Más que poner etiquetas, me interesa acompañarte a entender qué hay detrás de lo que sientes y qué necesitas para empezar a sentirte mejor contigo.

No eres sólo un diagnóstico, detrás de cada síntoma hay una historia que merece ser escuchada. 

¿Es este tu lugar?

Tanto si estás atravesando un momento difícil como si simplemente quieres conocerte mejor, aquí encontrarás un espacio seguro donde empezar ese camino.

Si tienes alguna duda, no dudes en contactar conmigo.

¿Cómo entiendo la terapia?

Para mí, la terapia es un espacio de presencia y recogimiento, donde poder parar, conectar, sentir y ser. Un espacio donde sentirse vista, escuchada y acompañada sin juicio, respetando y abrazando el ritmo, proceso e historia de cada uno.

Acompaño a personas que quieren profundizar en ellas mismas, que buscan el origen de sus heridas y desean sanar desde la raíz.

A veces sólo necesitamos que alguien camine a nuestro lado, nos ayude a sostener, nos acompañe a mirar lo que duele y nos guíe para encontrar el camino de vuelta hacia nosotras mismas.

 

Mi enfoque

Trabajo desde una mirada no patologizante, entendiendo el malestar no simplemente como un trastorno, sino como una respuesta natural a lo que la persona ha vivido. Más que poner etiquetas, me interesa acompañarte a entender qué hay detrás de lo que sientes y qué necesitas para empezar a sentirte mejor contigo.

No eres sólo un diagnóstico, detrás de cada síntoma hay una historia que merece ser escuchada. 


¿Es este tu lugar?

Tanto si estás atravesando un momento difícil como si simplemente quieres conocerte mejor, aquí encontrarás un espacio seguro donde empezar ese camino.

Si tienes alguna duda, no dudes en contactar conmigo.


Mi enfoque parte de una comprensión profunda del trauma, el apego y las heridas emocionales.

Muchas veces, lo que vivimos en el pasado, sigue influyendo en cómo nos sentimos, cómo nos tratamos y cómo nos relacionamos en el presente.
Experiencias que nos sobrepasaron, que no pudieron ser integradas —vínculos inseguros, emociones que no tuvieron lugar, límites no respetados o necesidades no vistas— dejan huellas que el cuerpo y el sistema nervioso siguen sosteniendo, sin importar el tiempo que haya pasado.

La terapia es un espacio para dar lugar a todo eso: para entender de dónde viene el malestar, los patrones que se repiten; aprender a sostenerlo con más recursos; sanar aquello que lo generó; y construir una relación más segura contigo.

Cada historia es única y, por lo tanto, cada proceso terapéutico también lo es. Por eso, mi enfoque se adapta a lo que cada persona necesita, partiendo de una base humanista, integradora y no patologizante.

Para ello, combino diferentes modelos y técnicas que permiten trabajar de forma integrada, como IFS, la terapia sistémica, terapia centrada en la persona, Gestalt, psicocorporal, trabajo con el niño interior, transgeneracional, o herramientas proyectivas.

Parte de la confianza en la capacidad innata de cada persona para desarrollarse y crecer.

Se crea un espacio de respeto, empatía, autenticidad y ausencia de juicio.

La seguridad del vínculo permite que emerjan esos recursos internos y se facilite el proceso de cambio.

El cuerpo guarda recuerdos a los que no siempre se puede acceder con palabras. Trabajar con él permite acceder a esas experiencias a través de sensaciones físicas, tensiones o bloqueos.

Favorece la liberación de emociones atrapadas, la regulación del sistema nervioso y una integración más profunda de la vivencia emocional.

Muchas de las dificultades que experimentamos en el presente tienen su origen en vivencias tempranas que generaron heridas en nosotras.

Volver a esos momentos desde una mirada compasiva nos permite cuidar a esa parte de ti que sigue necesitando ser vista, protegida y escuchada.

Modelo terapéutico que parte de la idea de que en cada persona conviven distintas «partes internas» (heridas, protectores…).

El objetivo es ayudar a que estas partes se sientan escuchadas, comprendidas y liberadas de sus roles extremos, permitiendo que sea el «Self» quien lidere el sistema interno.

A veces, lo que sentimos no tiene que ver únicamente con nosotros, sino con nuestro sistema.

Este enfoque nos ayuda a comprender cómo influyen en nosotros los vínculos familiares, los patrones heredados y las historias no contadas de nuestro árbol genealógico.

Estas técnicas (terapia con Playmobils, cartas proyectivas) permiten acceder más fácilmente a pensamientos, emociones o recuerdos que no siempre están disponibles de forma consciente o verbal.

Esto es posible gracias a la estimulación del hemisferio derecho al trabajar con lo visual, lo simbólico y lo experiencial.

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